Y lo superé
Sentí como el gran lazo
que durante años
había oprimido mi corazón
desaparecía
Sentí como mis pulmones
eran capaces de respirar
de nuevo
sin obstáculos
plenamente
Mi mente
empezó a viajar
a lugares insólitos
nunca antes explorados
donde brillaba la luz
con fuerza
lejos del alcance
de tu sombra
Fui capaz de reir de nuevo
sin preocuparme
de tus presencia.
Ahora soy feliz
Soy feliz por que lo superé
Te superé
Sueños locos
lunes, 27 de marzo de 2017
viernes, 27 de enero de 2017
Ojala no fuesen solo recuerdos.
A veces recuerdo tu risa, tus bromas, los dos hoyuelos que se hundían en tu cara cuando sonreías y como tu lengua se asomaba entre tus dientes cuando te reías de mí.
A veces recuerdo tus brazos, la sensación de estar entre ellos y como se tensaban al abrazarme.
Recuerdo la luz de tus ojos cuando hablabas de lo que querías hacer en la vida, y ese brillo que me indicaba que planeabas algo que me hiciese de rabiar. Recuerdo con la facilidad con la que hablábamos, saltando de tema en tema sin que nos importase realmente el asunto, el único objetivo hablar, hablar y hablar. Recuerdo lo fácil que me parecía todo cuando estabas a mi lado.
Recuerdo como me tranquilizaba cuando me enfadaba, como intentabas sacarme del cajón en el que me encerraba cuando me ponía cabezota y como fruncías el ceño cuando me veías triste y no sabías que hacer. Recuerdo como dibujabas figuras en un papel mientras yo esbozaba nuestra historia en mi mente.
Recuerdo como me acercabas a ti y lo rápido que hacías que mi corazón latiese cada vez que me tocabas. Recuerdo como me esperabas en la esquina y como se iluminaba mi pecho al verte ahí, con las manos en los bolsillos y la mirada en la nada.
Recuerdo muchas cosas. Pero, sobre todo, recuerdo lo viva y especial que me hacías sentir.
Recuerdo, y ojalá no tuviese que recordarlo.
A veces recuerdo tus brazos, la sensación de estar entre ellos y como se tensaban al abrazarme.
Recuerdo la luz de tus ojos cuando hablabas de lo que querías hacer en la vida, y ese brillo que me indicaba que planeabas algo que me hiciese de rabiar. Recuerdo con la facilidad con la que hablábamos, saltando de tema en tema sin que nos importase realmente el asunto, el único objetivo hablar, hablar y hablar. Recuerdo lo fácil que me parecía todo cuando estabas a mi lado.
Recuerdo como me tranquilizaba cuando me enfadaba, como intentabas sacarme del cajón en el que me encerraba cuando me ponía cabezota y como fruncías el ceño cuando me veías triste y no sabías que hacer. Recuerdo como dibujabas figuras en un papel mientras yo esbozaba nuestra historia en mi mente.
Recuerdo como me acercabas a ti y lo rápido que hacías que mi corazón latiese cada vez que me tocabas. Recuerdo como me esperabas en la esquina y como se iluminaba mi pecho al verte ahí, con las manos en los bolsillos y la mirada en la nada.
Recuerdo muchas cosas. Pero, sobre todo, recuerdo lo viva y especial que me hacías sentir.
Recuerdo, y ojalá no tuviese que recordarlo.
domingo, 1 de enero de 2017
Bienvenido 2017
Me había propuesto a mi misma no escribir cosas cursis dándole bienvenida 2017 pero bueno las promesas son para romperlas y aquí estoy preparándome para decir hola al nuevo año.
Estaba leyendo tweets, hablando con amigos, estando con la familia... y me he dado cuenta de que de verdad desea que 2017 sea mi año. Deseo ser feliz como nunca lo he sido, superando todas las adversidades que se interpongan en mi camino, riendo mucho y llorando sin que me importe lo que los demás piense. Pero no vale con desearlo, hay que actuar.
No hay años buenos o malos, cada año es lo que tu haces de él por eso no deseo que 2017 sea mi año, deseo hacer que 2017 sea mi año.
Voy a reírme hasta que me duela la tripa, a llorar hasta que todo la tristeza abandone mi ser, a dar importancia a lo que siento, a expresarlo y no reprimirlo escondiéndolo en un rincón de mi alma, quiero disfrutar de las viejas y nuevas amistades, quiero mejorar como persona, quiero ser una persona más sana tanto físicamente como mentalmente, quiero aprender a quererme más, a tenerme más en estima. También quiero aprender a querer mejor a los que me rodean, pero no solo eso, quiero aprender a trasmitirles que les quiero y que no podría vivir sin ellos. Sé que 2017 no va a ser un año solo de risas y pasarlo bien, sé que voy a sufrir, que me sentiré decepcionada, que perderé a gente por el camino, quizás sea humillada por alguien a quien le abra mi corazón, o quizás entre en un oscuro laberinto que parece no tener salida; pero voy a luchar, voy a luchar por superarlo, por cada día ser más fuerte, por salir de los laberintos infinitos... voy a recomponer mi corazón todas las veces que sean necesarias.
En 2017 voy a arriesgarme, aunque lo pierda todo, porque se que puedo salir de ello; voy a arriesgarme para ser la mejor versión de mí; voy a arriesgarme para ser feliz.
Estaba leyendo tweets, hablando con amigos, estando con la familia... y me he dado cuenta de que de verdad desea que 2017 sea mi año. Deseo ser feliz como nunca lo he sido, superando todas las adversidades que se interpongan en mi camino, riendo mucho y llorando sin que me importe lo que los demás piense. Pero no vale con desearlo, hay que actuar.
No hay años buenos o malos, cada año es lo que tu haces de él por eso no deseo que 2017 sea mi año, deseo hacer que 2017 sea mi año.
Voy a reírme hasta que me duela la tripa, a llorar hasta que todo la tristeza abandone mi ser, a dar importancia a lo que siento, a expresarlo y no reprimirlo escondiéndolo en un rincón de mi alma, quiero disfrutar de las viejas y nuevas amistades, quiero mejorar como persona, quiero ser una persona más sana tanto físicamente como mentalmente, quiero aprender a quererme más, a tenerme más en estima. También quiero aprender a querer mejor a los que me rodean, pero no solo eso, quiero aprender a trasmitirles que les quiero y que no podría vivir sin ellos. Sé que 2017 no va a ser un año solo de risas y pasarlo bien, sé que voy a sufrir, que me sentiré decepcionada, que perderé a gente por el camino, quizás sea humillada por alguien a quien le abra mi corazón, o quizás entre en un oscuro laberinto que parece no tener salida; pero voy a luchar, voy a luchar por superarlo, por cada día ser más fuerte, por salir de los laberintos infinitos... voy a recomponer mi corazón todas las veces que sean necesarias.
En 2017 voy a arriesgarme, aunque lo pierda todo, porque se que puedo salir de ello; voy a arriesgarme para ser la mejor versión de mí; voy a arriesgarme para ser feliz.
miércoles, 26 de octubre de 2016
La mariposa le suplicó al sol
Y la mariposa le suplicó al Sol que no dejase de iluminar el cielo.
Pedió poder volar por el horizonte azul, que el clima no se volviese lo suficientemente frío como para impedir su vuelo. Le pidió al sol que le diese calor cuando sintiese que el corazón se le helaba al ver las desgracias que se desarrollaban ahí abajo, bajo sus pequeñas e imponentes alas. Le pedió al sol más risas y menos llantos. Le pedió que iluminase las vallas blancas de los jardines y que hiciese desaparecer en la oscuridad las rejas de espino que separaban personas. Le pidió mas niños corriendo mientras jugaban y menos huyendo de los curiosos artefactos que por arte de magia hacian desaparecer casas, vidas... Pidió que iluminase el cielo de aquellos que se sentaban en grandes despachos a decidir el futuro del resto, pidió que les iluminase el caminó hacia un futuro de paz. La pequeña mariposa volaba y volaba, y en cada desgracia que veía se paraba, contemplando sin entender como esos seres tan curiosos se destruían entre ellos. Miró como destruían sus casas y las de otros seres que se veían obligados a dejar su hábitat ante la invasión de los que caminan sobre dos piernas. La pequeña mariposa no comprendía que hacían esos seres extraños. La diminuta mariposa pensaba que si ellos fueran capaces de volar a su lado, surcando el cielo bajo el cual se desarrollaba el caos, se darían cuenta del desastre. Le pedió al sol que les enseñase a volar como le había enseñado a ella. Le pedió al sol que ayudase a esos pequeños e insignificantes seres a ser felices, a alcanzar la paz.
lunes, 24 de octubre de 2016
Demasiado difícil para ser fácil
Que fácil sería volar, dejarse llevar por el viento, por la brisa que lleva canciones de pena y de alegría.
Que fácil sería elevarse del suelo, dejar este mundo, alejarse de los problemas, del dolor, del sufrimiento.
Que fácil sería cerrar los ojos por última vez y sumergirte en la oscuridad de la noche.
Que fácil sería parar el tiempo,pulsar el botón de pausa en tu vida sin tener que continuar vivindo esa desastrosa película que da a luz a la angustia en tu pecho.
Que fácil sería volar de este mundo, volar para no volver nunca jamás.
Escaparnos de noche al país sin retorno, al país en el que todos deciden quedarse, que fácil sería.
¿Pero sería capaz de dejar todo atrás?
¿Sería capaz de dejar a todas las personas que me atan a este mundo sin sentido? No, no sería capaz.
No sería capaz de abandonar a todas las personas que me quieren, sufriendo, llorando ante mi partida preguntándose que día decidí comprar este billete solo de ida. No sería capaz de tatuarles la duda de que hicieron mal, de que no hicieron bien. No sería capaz de hacer sufrir a alguien a quien quiero.
Y es que sino sería tan fácil.
Sería tan fácil si esos hilos no te atasen a la vida, si el amor por un padre o un madre no sirviese de ancla entre tú y tu existencia, sería tan fácil.
Que fácil sería elevarse del suelo, dejar este mundo, alejarse de los problemas, del dolor, del sufrimiento.
Que fácil sería cerrar los ojos por última vez y sumergirte en la oscuridad de la noche.
Que fácil sería parar el tiempo,pulsar el botón de pausa en tu vida sin tener que continuar vivindo esa desastrosa película que da a luz a la angustia en tu pecho.
Que fácil sería volar de este mundo, volar para no volver nunca jamás.
Escaparnos de noche al país sin retorno, al país en el que todos deciden quedarse, que fácil sería.
¿Pero sería capaz de dejar todo atrás?
¿Sería capaz de dejar a todas las personas que me atan a este mundo sin sentido? No, no sería capaz.
No sería capaz de abandonar a todas las personas que me quieren, sufriendo, llorando ante mi partida preguntándose que día decidí comprar este billete solo de ida. No sería capaz de tatuarles la duda de que hicieron mal, de que no hicieron bien. No sería capaz de hacer sufrir a alguien a quien quiero.
Y es que sino sería tan fácil.
Sería tan fácil si esos hilos no te atasen a la vida, si el amor por un padre o un madre no sirviese de ancla entre tú y tu existencia, sería tan fácil.
miércoles, 5 de octubre de 2016
Perdida
Te sientes perdida, sola, tras una máscara que se pega a tu piel con tal fuerza que te es imposible arrancarla. Sientes que no eres tú, que ese antifaz va consumiendo parte de tu esencia sin que puedas hacer nada para pararlo. Toma el control de la situación. Te aleja de la consciencia llevando a tu ser hacia un estado no natural. Tu no eres así. Sin embargo esa máscara se ha convertido en parte de tu esencia, se ha convertido en parte de ti, en una parte que no puedes borrar ni hacer desaparecer. Quieres arrancártela y a la vez quiere mantenerla, hace que tu yo sea distinto, no de una forma mala ni de una forma buena, simplemente distinto. Pero necesitas arrancártelo. Quizás has evolucionado, quizás te has convertido en una persona nueva. Pero tu antiguo yo sigue ahí dentro y se siente oprimido bajo esa máscara, esa nueva identidad, que no le deja salir a la luz.
Creaste esa máscara para ser mas fuerte, para sentirte protegida, para esconder tu esencia de cualquiera que pudiese dañarla. Pero ahora es demasiado difícil deshacerse de esa ella, es demasiado difícil exponer tu verdadero yo, lleva tanto tiempo escondido que incluso a ti te cuesta reconocerlo. Se ha encogido en el fondo de tu pecho, se ha hecho aún más cobarde que antes, más miedica. No se atreve a salir, le cuesta demasiado. Se siente cómodamente encerrado bajo la nueva, quizás falsa, identidad. Y cada vez que se atreve a asomarse la negra sombra se cierne sobre él impidiéndole lucir. Quizás le de demasiado miedo lucir, quizás piense que no le va a gustar a nadie y tiene miedo al rechazo. No sabes que será. Solo sabes que sientes que te estás perdiendo a ti misma.
Creaste esa máscara para ser mas fuerte, para sentirte protegida, para esconder tu esencia de cualquiera que pudiese dañarla. Pero ahora es demasiado difícil deshacerse de esa ella, es demasiado difícil exponer tu verdadero yo, lleva tanto tiempo escondido que incluso a ti te cuesta reconocerlo. Se ha encogido en el fondo de tu pecho, se ha hecho aún más cobarde que antes, más miedica. No se atreve a salir, le cuesta demasiado. Se siente cómodamente encerrado bajo la nueva, quizás falsa, identidad. Y cada vez que se atreve a asomarse la negra sombra se cierne sobre él impidiéndole lucir. Quizás le de demasiado miedo lucir, quizás piense que no le va a gustar a nadie y tiene miedo al rechazo. No sabes que será. Solo sabes que sientes que te estás perdiendo a ti misma.
viernes, 30 de septiembre de 2016
Los imprescindibles ausentes.
Es curioso lo rápido que cambian las cosas. Lo fácil que es perder a la gente en la multitud.
Años de relación desaparecen ante días de silencios, de miradas retiradas y de falta de sonrisas.
Es curioso como las personas que en algún momento de tu vida significaron todo para ti se han perdido en el mar de gente, como la marea ha arrastrado su presencia al otro lado del océano.
¿Cuántas personas has creído que estarían siempre a tu lado y ya no están?¿Cuántas personas te han querido y ahora no san capaces de mirarte con ternura en los ojos?
Personas que te han dicho las palabras más bonitas, que te han dado los mejores consejos y que ahora no son capaces de saludarte.
Es curioso como todo cambia. Es curioso, es triste.
Lo mas curioso, y lo mas triste, es que a muchas de esas personas, que en algún punto de tu vida fueron una pieza clave en tu mundo, ni siquiera las echas ya de menos. ¿Te echarán ellas de menos a ti?
Es cierto que cuando piensas en todos los momentos pasados, en como las cosas eran antes te invade un extraña tristeza que nubla tus pensamientos, pero no es por echarlo de menos, es melancolía.
Es curioso como tu mundo anterior ha desaparecido en el mar del pasado, como has cogido otro barco.
Es curioso como, puedes seguir viviendo sin lo que en su momento consideraste imprescindible.
Pero la verdad es que aunque esas personas hayan desaparecido de tu presente siguen fijas en tu pasado y te han hecho ser lo que tu eres. Son personas que forman parte de tu ser y de las que nunca te podrás olvidar porque por muy lejos que se encuentren ahora vuestros recuerdos siempre estarán amarrados en el muelle de tu memoria.
viernes, 2 de septiembre de 2016
Where is the love?
No se si conoces la canción Where is the love? de Black Eyed Peas. Es ua canción de 2009. Recientemente han sacado una nueva versión, y es muy triste.
Es triste que cada linea de esa canción siga teniendo sentido hoy en día.
Es triste que no hayamos sido capaces de encontar el amor en el mundo aún.
Es triste que nos sigamos matando entre nosotros.
Es triste ver como todos miramos hacia otro lado cada vez que hay que tratar el tema de los refugiados, es triste que haya gente que siga levantando fronteras que impiden que esas pobres personas, cuyo único pecado es haber nacido en una zona de guerra, entren a Europa. Es triste oír excusas como "No hay trabajo" o "Se pueden colar terroristas" mientras lo único que esas personas están haciendo es huir de una guerra, de esos terrorista que tanto nos preocupan.
Es triste ver como cada atentado que se produce en Europa es una masacre que se estará publicando en la portada de todo los periódicos y que aparecerá en todos los telediarios durante semanas mientras que los bombardeos sobre la población civil Siria son silenciados por los medios o son tratados con menor importancia. Las víctimas son VICTIMAS sin importar su nacionalidad, su religión o sus circunstancias. Todas las familias sufren ante el hecho de haber perdido a un ser querido.
Es triste ver como en pleno siglo XXI seguimos siendo incapaces de entender que todos somos personas.
Es triste ver como seguimos construyendo fronteras en vez de destruirlas.
Es triste que por más que pase el tempo no sepamos dejar de ser seres egotistas, como somos incapaces de encontra el amor.
sábado, 29 de agosto de 2015
No es por ti, es por mí.
-No lo sé- fue lo único que pude responderte, de verdad que me hubiese gustado haber podido darte una buena respuesta en ese momento, me hubiese encantado poder decirte algo que aliviara el dolor que sentías en ese momento porque yo sabía lo duro que era, yo sabía lo mucho que dolía-. No lo sé, pero no es por ti, de verdad. Simplemente no puedo- no pude decir nada más. "No es por ti, es por mí", típica frase que se dice para no dañar a la otra persona, pero era la verdad. No sabía porque no podía funcionar, no era por él, pero tampoco sabía que ocurría de verdad.
Pero un día me di cuenta de cual era el problema, entendí que para poder quererte a ti antes tenía que quererme a mí misma. Debía aprender a decirme lo genial que era, a poder querer cada centímetro de mí, a devolverme la sonrisa, a lanzarle un guiño al espejo todas las mañanas,a disfrutar de mí soledad. Debía descubrir lo fuerte que era, que era capaz de hacer todo lo que me propusiese. Debía de entenderme y aceptarme. Debía quererme para poder ser feliz. Porque mi felicidad no puede depender de que otra persona me quiera, me diga cosas bonitas o me trate bien; esa felicidad no es más que una estrella fugaz que pasa por mí vida alumbrándola durante un instante pero nunca se queda para siempre. La única estrella fija en mi cielo soy yo, yo soy la única que va a estar ahí para alumbrarme hasta en los días más oscuros, porque soy la única estrella que siempre brillará.
miércoles, 26 de agosto de 2015
Nunca conseguí terminar una colección.
-Cuando era joven nunca conseguí terminar una colección-dijo mi abuelo mientras se bajaba de la escalera con una caja en las manos-. siempre empezaba todas, eso sí. Nada más salía una nueva iba corriendo al quiosco y compraba uno o varios paquetes. Era emocionante abrirlos y colocarlos en el espacio reservado para cada uno de ellos en el álbum, pero sin duda, lo mejor de todo era cuando al día siguiente a la hora del recreo te reunías en las mesas del patio a intercambiar los que tenías repetidos por otros nuevos. Con el tiempo, ibas acumulando los repetidos que ya nadie quería o que todos ya tenían en una caja mientras intentabas llenar los espacios vacíos pero llegabas a un punto en el que por más que compraras o buscaras nunca conseguías encontrar el que te faltaba, hasta que al final salía una nueva colección y la dejabas de lado-se sentó junto a mí en el sofá sujetando la vieja caja roja entre sus grandes manos -. Nunca pude tirarlas, eran mis pequeños logros no acabados-dijo mientras miraba con melancolía la tapa. Luego me miró a mí, le sonreí y él me guiñó un ojo a modo de respuesta mientras ponía la caja sobre mis piernas.
Levanté la polvorienta tapa con intriga.
Fotos en blanco y negro , álbumes, pequeñas cajas llenas de chapas, canicas y demás cachivaches, plumas... La misteriosa caja roja custodiaba en su interior más cosas de las que en un primer momento pensé que contendría. Rebusqué entre los diversos artículos.
-¿Qué es esto?-le pregunté mientras cogía unos pequeños botes llenos de arena de distintas tonalidades.
-Arena de playa-dijo-. Según iba creciendo empecé a coleccionar otro tipo de cosas, cosas únicas, cosas que no se podían intercambiar ni comprar en los quioscos, cosas especiales. Esos son botes de todas las playas en las que estuve-se puso las gafas y se acercó el botecito a la cara-. Porto do Son-leyó-, Ibiza-decía la etiqueta de un botecito de arena blanca. Rebuscó entre los botes y encontró uno vacío con una pequeña etiqueta-. Tenerife. Aquí fuimos de luna de miel tu abuela y yo. Perdí el botecito en el avión y nunca más pude volver a por otro-dijo con un tono manchado por la melancolía de un amor del pasado. Cerró los ojos y cuando los abrió una luz especial brillaba en ellos-. Mira, los cromos de la liga del 56-sacó un álbum que parecía hecho de pergamino de lo viejo que estaba-. Una pena, solo me quedó Paco Gento para acabar este año, fue la vez que más cerca estuve de terminar una colección-volvió a dejar el álbum en la caja y cuando sacó las manos de ésta traía un taco de fotos-. Mira.
Cogí el taco con cuidado: una foto en blanco y negro de mi abuelo con su hermano y con otro hombre que no conozco, mi abuela mirando al mar, un bebé...
Ahora las fotos pasan a toda velocidad por mi cabeza acompañada de algunos momentos pasados: yo con mi abuelo y mi hermana corriendo porque Luis, mi hermano pequeño, se había escapado por la puerta de la finca; mi abuelo sentado junto a Chema, su enorme perro, los dos con la misma cara de viejo testarudo; la comida que preparaba mi abuela todos los sábados para toda la familia... Pero no todos son recuerdos felices, y para dar fe de ello ahí están los dos señores con bata blanca, corbata y un bolígrafo en el bolsillo superior que venían a darnos la noticia que nos ha reunido a todos hoy aquí, bajo el cielo gris de Galicia, sobre la eterna pradera verde y ante las dos personas que originaron esta familia y que definitivamente ya no podrán volver a separarse. El nombre de mi abuela escrito sobre una tabla de granito, ya un poco envejecido de tanto esperar a que llegará la que ahora se encuentra a su derecha, en dónde se lee el nombre de mi abuelo sobre la nueva y brillante superficie de la lápida que demuestra que es el nuevo inquilino del cementerio.
El ataúd de madera reluce al final de la zanja para dejarse ver por última vez.
Miro la caja roja que llevo entre mis manos, la que en un tiempo pasado estaba cubierta de polvo, la que una vez mi abuelo me enseñó en el sofá de su salón.
Me agacho junto a la eterna cama de mi abuelo.
-Espero que estés cómodo, vas a pasar mucho tiempo ahí-le digo en tono bajo que solamente él y yo podemos oír. "Un chiste demasiado fácil pequeña" me dice un recuerdo de su voz mientras que en mi cabeza se dibuja su blanca sonrisa.
Intento depositar la caja sobre la tapa de madera del ataúd con el máximo cuidado posible, lo que me es complicado debido a la profundidad en la que se encuentra. La caja cae sobre el ataúd. Me pongo en pie.
Cojo la pala, la clavo en el montón de arena y vacío su contenido en la zanja. Me giró, y le doy la pala a mi hermano, bueno, creo que es mi hermano, pero las lágrimas hacen que vea todo borroso.
Vuelvo a mi sitio de antes y veo como uno a uno van despidiéndose de mi abuelo, echando un poco de tierra en la tumba. Una lágrima cae por mi cara poniendo punto final a la historia de la colección de colecciones inacabadas.
Levanté la polvorienta tapa con intriga.
Fotos en blanco y negro , álbumes, pequeñas cajas llenas de chapas, canicas y demás cachivaches, plumas... La misteriosa caja roja custodiaba en su interior más cosas de las que en un primer momento pensé que contendría. Rebusqué entre los diversos artículos.
-¿Qué es esto?-le pregunté mientras cogía unos pequeños botes llenos de arena de distintas tonalidades.
-Arena de playa-dijo-. Según iba creciendo empecé a coleccionar otro tipo de cosas, cosas únicas, cosas que no se podían intercambiar ni comprar en los quioscos, cosas especiales. Esos son botes de todas las playas en las que estuve-se puso las gafas y se acercó el botecito a la cara-. Porto do Son-leyó-, Ibiza-decía la etiqueta de un botecito de arena blanca. Rebuscó entre los botes y encontró uno vacío con una pequeña etiqueta-. Tenerife. Aquí fuimos de luna de miel tu abuela y yo. Perdí el botecito en el avión y nunca más pude volver a por otro-dijo con un tono manchado por la melancolía de un amor del pasado. Cerró los ojos y cuando los abrió una luz especial brillaba en ellos-. Mira, los cromos de la liga del 56-sacó un álbum que parecía hecho de pergamino de lo viejo que estaba-. Una pena, solo me quedó Paco Gento para acabar este año, fue la vez que más cerca estuve de terminar una colección-volvió a dejar el álbum en la caja y cuando sacó las manos de ésta traía un taco de fotos-. Mira.
Cogí el taco con cuidado: una foto en blanco y negro de mi abuelo con su hermano y con otro hombre que no conozco, mi abuela mirando al mar, un bebé...
Ahora las fotos pasan a toda velocidad por mi cabeza acompañada de algunos momentos pasados: yo con mi abuelo y mi hermana corriendo porque Luis, mi hermano pequeño, se había escapado por la puerta de la finca; mi abuelo sentado junto a Chema, su enorme perro, los dos con la misma cara de viejo testarudo; la comida que preparaba mi abuela todos los sábados para toda la familia... Pero no todos son recuerdos felices, y para dar fe de ello ahí están los dos señores con bata blanca, corbata y un bolígrafo en el bolsillo superior que venían a darnos la noticia que nos ha reunido a todos hoy aquí, bajo el cielo gris de Galicia, sobre la eterna pradera verde y ante las dos personas que originaron esta familia y que definitivamente ya no podrán volver a separarse. El nombre de mi abuela escrito sobre una tabla de granito, ya un poco envejecido de tanto esperar a que llegará la que ahora se encuentra a su derecha, en dónde se lee el nombre de mi abuelo sobre la nueva y brillante superficie de la lápida que demuestra que es el nuevo inquilino del cementerio.
El ataúd de madera reluce al final de la zanja para dejarse ver por última vez.
Miro la caja roja que llevo entre mis manos, la que en un tiempo pasado estaba cubierta de polvo, la que una vez mi abuelo me enseñó en el sofá de su salón.
Me agacho junto a la eterna cama de mi abuelo.
-Espero que estés cómodo, vas a pasar mucho tiempo ahí-le digo en tono bajo que solamente él y yo podemos oír. "Un chiste demasiado fácil pequeña" me dice un recuerdo de su voz mientras que en mi cabeza se dibuja su blanca sonrisa.
Intento depositar la caja sobre la tapa de madera del ataúd con el máximo cuidado posible, lo que me es complicado debido a la profundidad en la que se encuentra. La caja cae sobre el ataúd. Me pongo en pie.
Cojo la pala, la clavo en el montón de arena y vacío su contenido en la zanja. Me giró, y le doy la pala a mi hermano, bueno, creo que es mi hermano, pero las lágrimas hacen que vea todo borroso.
Vuelvo a mi sitio de antes y veo como uno a uno van despidiéndose de mi abuelo, echando un poco de tierra en la tumba. Una lágrima cae por mi cara poniendo punto final a la historia de la colección de colecciones inacabadas.
lunes, 24 de agosto de 2015
Caí como solo sabemos caer los humanos, una vez detrás de otra.
Me dañó en silencio, sin saber que me estaba clavando un cuchillo en el corazón.
Sufrí sin decir nada.
La herida, ya casi cerrada, parece ser inofensiva, pero de vez en cuando se abre para hacer de las suyas. Se abre dejando escapar los venenosos recuerdos que hacen que mi mente no pare de dar vuelta en torno a la misma pregunta, una pregunta aún más peligrosa que el arma que me daño el corazón: ¿Por qué? ¿Qué pasó? ¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué jugaste a un juego al que no querías participar?
Nunca he podido reprocharte nada, nunca he podido pedirte explicaciones, o al menos eso es lo que me he dicho todo este tiempo. Pero tu jugaste, luchaste sin pudor por un corazón qu no querías conquistar, ¿por qué lo hiciste?
Me cuesta admitirlo, me cuesta tanto que me engañaba a mi misma porque no podía enfrentarme a ello, no podía enfrentarme al hecho de haber sido tan débil.
Me hiciste daño.
Ahora me gustaría poder gritarlo a los cuatro vientos, poder sentirme comprendida pero no quiero tu compasión, no quiero la compasión de nadie. Mi corazón ha construido un muro que solo tu recuerdo consigue traspasar de vez en cuando. Me quitaste lo mejor que tenía y luego lo despreciaste sin más. Lo di todo y ahora ya no me queda nada que dar a nadie. Le di todo a alguien que no me dio nada.
Fui débil aunque fui feliz, fue solo un momento, mientras era ciega, mientras creía en el estúpido juego que ahora no me veo capaz de jugar otra vez. Ahora ya no pueden conmigo, ya nadie puede cruzar el muro; aunque en el fondo deseo que alguien vuelva a hacerme débil aunque solo se por un momento, otro momento. Quiero que alguien sea capaz de robarte mi alma, porque por mucho daño que me hayas hecho sigue siendo tuya. Y es que por más que he luchado por huir de tu piedra no he podido. La mente no pude con el corazón. Es verdad que puede ganarle alguna batalla , pero nunca podrá ganar la guerra. Puede tomar control durante un tiempo, pero el corazón siempre vuelve a atacar en el momento más inesperado, invadiendo el campo enemigo con recuerdos, dejando a la mente en cuarentena, incapaz de ganar la guerra.
domingo, 1 de febrero de 2015
Marchitos.
PRÓLOGO
La gran cola de personas que esperaban en la puerta de la discoteca protestó escandalosamente cuando el gorila de la puerta dejó pasar a una chica que acababa de llegar. Una vez dentro del local la oscura figura de la joven se
deslizaba entre las parpadeantes luces y los cuerpos sudorosos que bailaban sin
descanso la selección del DJ de moda en la ciudad. El guardia de la zona VIP la
dejó pasar sin vacilar. La chica de oscura melena se sentó en la barra sin prestarle atención a las miradas mal disimuladas que le lanzaban desde distintos rincones de la sala. Un hombre rubio de unos treinta y
cinco años se sentó a su lado.
-Camarero, pónganos a la preciosa
señorita…-miró a la chica.
-Airis-dijo ella con una sonrisa.
-… y a mí una copa del mejor whiskey que
tengas, invito yo-dijo sin despegar sus ojos verdes de los negros de ella.
El camarero sirvió dos vasos y le lanzó una sonrisa furtiva a la misteriosa mujer-. Soy
Steven-dijo el hombre rubio-. No te había visto nunca antes por aquí.
-¿En serio no me recuerdas Steven?-dijo ella
con tono dolido. El frunció el entrecejo pensativo por un segundo.
-Si te hubiera visto antes recordaría tu cara,
no suelo olvidar a las chicas guapas-dijo con una sonrisa torcida. Airis se rió
y le dio un trago a la copa-. Entonces, ¿es la primera vez que vienes?-ella
asintió-. ¿Y has venido sola?-volvió a asentir-. ¿En serio? Si yo fuera tu
novio no te dejaría sola ni un segundo.
-Quizás,
pero yo no tengo novio-dijo con una sonrisilla traviesa.
-Osea
que estoy hablando con la mujer más guapa de toda la discoteca y encima está
soltera. Vaya, hoy debe de ser mi día de suerte-dijo el con una ancha sonrisa.
Los ojos de ella se oscurecieron durante un segundo inquietando a
Steven que recorrió con la mirada la sala atestada de gente-. Bueno, tengo un reservado en el
que podríamos hablar más tranquilos, ya sabes, sin tanto ruido, ¿te apetece ir?
-Me encantaría-dijo poniéndose en pie. Steven
contempló la figura que se adivinaba bajo el vestido blanco con escote de
Airis y la condujo al reservado.
-¿Y
cómo es que has venido sola?-le preguntó una vez estuvieron ya sentados.
-Buscaba
a una persona, pero ya la he encontrado-dijo ella con esa mirada sombría otra
vez-. Asuntos de trabajo.
-Ah, me
alegro de que la encontraras-dijo con una sonrisa-. Y, ¿en qué consiste tu
trabajo?
-Resuelvo... problemas.
-Mmm,
¿y has solucionado ya el problema de hoy?-preguntó Stevens mientras intentaba
calcular la edad de la chica. Parecía demasiado joven como para estar
trabajando.
-Estoy
en ello-dijo ella con una sonrisilla.
-Quizás te pueda ayudar en algo si me dices de
que se trata-le ofreció él con más curiosidad de saber de que iba el asunto que
de ayudarla.
-Puede- dijo ella mientras se inclinaba sobre
él. La visión de su escote hizo que a Steven se olvidara de su vida fuera de
aquel reservado-. Verás-Airis le susurraba al oído-, me caes bien, de verdad,
pero los negocios son los negocios.
-¿Qué?-dijo él aturdido y confuso. ¿A qué
venía todo esto?
-Será
rápido-y antes de que el pudiera responder nada ella le rozó la oreja con los
labios.
Cuando
encontraron el cuerpo inerte de Steven en el reservado, Airis se había ido ya.
La policía preguntó que si alguien había visto si Steven iba acompañado de alguien,
pero ni el camero que les sirvió una copa, ni los porteros, ni siquiera las personas que
les habían estado mirando desde sus mesas recordaban nada. La mujer de pelo
oscuro y tez clara había desaparecido de la mente de todos.
viernes, 2 de enero de 2015
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Muchas veces me he planteado por que estoy sola. Siempre había creído que la respuesta a estas preguntas era el miedo a ser rechazada, a que se burlasen de mí, que me daba vergüenza, o simplemente el hecho de que nadie quisiera estar conmigo, lo cual podría ser la respuesta más acertada. Pero hoy he descubierto una nueva respuesta: Quiero encontrar a alguien para el cual yo signifique algo especial, para quien no se a una más o ''la primera que pasa'', eso es lo que realmente quiero, pero por desgracia creo que nunca se va a dar esa situación, que nunca voy a ser alguien especial, alguien que puede diferenciarse del resto, alguien por quien luchar porque no soy lo suficientemente buena para ello.
domingo, 8 de junio de 2014
Tictoc
''Disfruta de tu juventud, porque nunca más en todo lo que te queda de vida volverás a ser tan joven como lo eres en este momento''
Juventud, preciosa etapa de la vida que solo se vive una vez, en este momento.
Vejez, sabia etapa de la vida que solo se vive una vez, en este momento.
Es extraño pensar que en este mismo momento, mientras yo escribo estas líneas o tú las lees, estamos viviendo en el punto más alto de nuestra vida. Nunca antes había reído tanto, ni llorado, ni disfrutado. Nunca antes había cometido tantos errores, ni me habían hecho tanto daño.Y este mismo momento, este cénit de mi vida presente mañana será pasado. Nuestra vida, nuestras vivencias, irán aumentado progresivamente sin que podamos hacer nada por pararlas y volver atrás, por volver a una época pasada en la que la vida todavía no nos había cerrado ciertas puertas ni nos había empujado por otras. Por que este momento es mi última vez siendo tan ignorante, tan inocente, tan niña, tan joven; pero también en este mismo momento soy más vieja, más lista, más dura, menos crédula... de lo que jamás he sido.
Por eso hay que disfrutar del momento sin preocuparse de que puede pasar mañana, porque 'hoy' mañana ya será pasado, mañana ya no seremos los mismos y nunca jamás podremos volver a serlo. Porque nunca antes hemos estado tan arriba, y nunca jamás volveremos a estar tan abajo.
Juventud, preciosa etapa de la vida que solo se vive una vez, en este momento.
Vejez, sabia etapa de la vida que solo se vive una vez, en este momento.
Es extraño pensar que en este mismo momento, mientras yo escribo estas líneas o tú las lees, estamos viviendo en el punto más alto de nuestra vida. Nunca antes había reído tanto, ni llorado, ni disfrutado. Nunca antes había cometido tantos errores, ni me habían hecho tanto daño.Y este mismo momento, este cénit de mi vida presente mañana será pasado. Nuestra vida, nuestras vivencias, irán aumentado progresivamente sin que podamos hacer nada por pararlas y volver atrás, por volver a una época pasada en la que la vida todavía no nos había cerrado ciertas puertas ni nos había empujado por otras. Por que este momento es mi última vez siendo tan ignorante, tan inocente, tan niña, tan joven; pero también en este mismo momento soy más vieja, más lista, más dura, menos crédula... de lo que jamás he sido.
Por eso hay que disfrutar del momento sin preocuparse de que puede pasar mañana, porque 'hoy' mañana ya será pasado, mañana ya no seremos los mismos y nunca jamás podremos volver a serlo. Porque nunca antes hemos estado tan arriba, y nunca jamás volveremos a estar tan abajo.
miércoles, 2 de abril de 2014
La metamorfosis del amor.
Empieza.
Nuestra pequeña oruga.
Ese inicio, siempre tan diferente, tan especial. Quizá el inicio sea una antigua amistad o simplemente un intercambio de miradas y sonrisas, pero siempre hay una pequeña oruga que inicia el proceso.
Si tenemos suerte conseguiremos que nuestra oruga empiece a fabricar un capullo a su al rededor. Fabricar este capullo lleva tiempo, necesita sonrisas, abrazos, miradas a escondidas que vayan dando fuerza a nuestra pequeña oruga.
Una vez la oruga esté a salvo en el caliente capullo hay que cuidarlo durante un tiempo, hay que ir transformando ese pequeño hormigueo en la palma de las manos, esa sonrisa involuntaria cuando piensas en esa persona, esos sueños en la almohada... Y poco a poco nuestra oruga irá cambiando, poco a poco la realidad estará más cerca, poco a poco.
Y cuando llegue el momento nuestra pequeña oruga completará su metamorfosis, llegará el momento en el que poco a poco el capullo se irá abriendo para dejar paso a nuestra bella mariposa, una mariposa espectacular que no parará de revolotear en nuestro estómago, una mariposa llena de besos, abrazos, noches en vela el uno junto al otro, caricias, escalofríos que nos recorren tu espalda al compás de las subidas y bajadas de sus dedos por tu columna, respiraciones agitadas, paseos de la mano...
Nuestra mariposa ahora es libre, vuela con cada nuevo momento de felicidad creado, con cada risa, con cada lágrima...
Pero nada es eterno, y poco a poco la vida de nuestra mariposa va llegando a su fin, viviendo cada momento con intensidad hasta que éste llegue, pero inevitablemente llegará, por una razón otro nuestra pequeña mariposa se irá debilitando, debilitándose hasta padecer.
Nuestra pequeña oruga.
Ese inicio, siempre tan diferente, tan especial. Quizá el inicio sea una antigua amistad o simplemente un intercambio de miradas y sonrisas, pero siempre hay una pequeña oruga que inicia el proceso.
Si tenemos suerte conseguiremos que nuestra oruga empiece a fabricar un capullo a su al rededor. Fabricar este capullo lleva tiempo, necesita sonrisas, abrazos, miradas a escondidas que vayan dando fuerza a nuestra pequeña oruga.
Una vez la oruga esté a salvo en el caliente capullo hay que cuidarlo durante un tiempo, hay que ir transformando ese pequeño hormigueo en la palma de las manos, esa sonrisa involuntaria cuando piensas en esa persona, esos sueños en la almohada... Y poco a poco nuestra oruga irá cambiando, poco a poco la realidad estará más cerca, poco a poco.
Y cuando llegue el momento nuestra pequeña oruga completará su metamorfosis, llegará el momento en el que poco a poco el capullo se irá abriendo para dejar paso a nuestra bella mariposa, una mariposa espectacular que no parará de revolotear en nuestro estómago, una mariposa llena de besos, abrazos, noches en vela el uno junto al otro, caricias, escalofríos que nos recorren tu espalda al compás de las subidas y bajadas de sus dedos por tu columna, respiraciones agitadas, paseos de la mano...
Nuestra mariposa ahora es libre, vuela con cada nuevo momento de felicidad creado, con cada risa, con cada lágrima...
Pero nada es eterno, y poco a poco la vida de nuestra mariposa va llegando a su fin, viviendo cada momento con intensidad hasta que éste llegue, pero inevitablemente llegará, por una razón otro nuestra pequeña mariposa se irá debilitando, debilitándose hasta padecer.
domingo, 16 de marzo de 2014
Pertenecemos a la noche.
Risas, luces de colores, baile.
Música, ritmo.
Cuerpos que bailan pegados unos con otros.
Sudor, drogas, alcohol, fiesta.
Flashes que capturan los pecados de la noche.
Porque la noche pertenece a los pecadores.
Caricias, besos.
Un cuerpo desnudo sobre otro.
Camas desechas, ropa en el suelo.
Sonrisas de complicidad, abrazos, labios que recorren el cuerpo ajeno de arriba a abajo.
Piel de gallina, gritos de placer.
Fantasías hechas realidad, amor saliendo por los poros con cada movimiento.
Lujuria, placer, amor, sexo.
Porque la noche pertenece a los amantes.
Lágrimas en la almohada.
Camas con demasiado espacio vacío.
Abrazos a uno mismo, espasmo de dolor, llanto silencioso.
''¿Por qué?'' como plegaria a la verdad, confusión.
Parejas separadas por el orgullos, por una distante estupidez.
Mentiras que se arrastran por las venas rajándolas.
Dolor, sufrimiento,tristeza.
Porque la noche pertenece a los corazones rotos.
Sonrisas a una pantalla.
Dulces esperas, respuestas satisfactorias.
Amor en forma de palabras, de símbolos.
El sonido de las teclas en el silencio más absoluto.
Caras iluminas por un pequeño aparato que intenta mostrar sentimientos.
Porque la noche pertenece a los que se quieren en silencio.
domingo, 2 de marzo de 2014
Tormenta.
Mediodía.
Un cielo oscuro.
Tormenta.
Los cristales tienen frío.
Las ramas desnudas tiritan por el culpa del viento.
Pequeños gotas van tatuando el suelo poco a poco.
Las nubes negras se reúnen en el cielo eclipsando al sol en su cenit.
El gris se corona rey del momento y la lluvia le acompaña como un fiel servidor.
Pequeños ríos en medio de la ciudad.
Paraguas que forman un manto de flores bajo la lluvia.
Mochilas, periódicos, capuchas; escudos que no mantienen secos a los despistados del momento.
Tiendas, bares, cafeterías que ofrecen calor y un suelo seco.
Risas, pelo mojado, charcos saltados.
Narices, mejillas y dedos rojos por el frío.
Abrigos mojados, pantalones salpicados, niños chapoteando.
Tormenta.
Un cielo oscuro.
Tormenta.
Los cristales tienen frío.
Las ramas desnudas tiritan por el culpa del viento.
Pequeños gotas van tatuando el suelo poco a poco.
Las nubes negras se reúnen en el cielo eclipsando al sol en su cenit.
El gris se corona rey del momento y la lluvia le acompaña como un fiel servidor.
Pequeños ríos en medio de la ciudad.
Paraguas que forman un manto de flores bajo la lluvia.
Mochilas, periódicos, capuchas; escudos que no mantienen secos a los despistados del momento.
Tiendas, bares, cafeterías que ofrecen calor y un suelo seco.
Risas, pelo mojado, charcos saltados.
Narices, mejillas y dedos rojos por el frío.
Abrigos mojados, pantalones salpicados, niños chapoteando.
Tormenta.
sábado, 1 de marzo de 2014
Él quería volver. Ella quería volar
Él quería volver.
La echaba de menos, echaba de menos su forma de caminar, como caía su pelo castaño sobre su suave espalda, los dos lunares en el lado derecho de su pecho, como se le cerraban los ojos cuando se reía y lo suaves que tenía los labios después de llorar. Echaba de menos sus oscuros ojos llenos de luz, su boca rosa, su clara piel, sus dedos eternamente manchados de tinta, su sonrisa tímida, su sonrisa traviesa, su sonrisa dulce... echaba de menos todas sus sonrisas, todos sus gesto, su manera de fruncir el ceño cuando algo la preocupaba, la forma en la que movía nerviosamente sus dedos cuando estas inquieta y como echaba su cabeza hacia atrás cuando se reía. Echaba de menos todo de ella, pero sobre todo echaba de menos la chispa que se encendía en sus ojos cuando le miraba, cuando hablaba de algo que la entusiasmaba, y cada uno de sus disparatados sueños.
Lamentaba todo lo que la había hecho, las mil y una veces que no pudo estar a la altura, las cien veces que la traicionó, una detrás de otra. Lamentaba no haberla sabido valorar, haber sido tan estúpido de no darse cuenta del tesoro que tenía, de haber sido un imbécil que no supo entender lo importante e impresionante que era ella hasta que la perdió, hasta que los ojos de ella se llenaron de la lágrimas por última vez después de tantas traiciones, hasta que ella le dijo que no podía más por primera y única vez. Porque ella siempre había estado ahí, siempre había demostrado que le quería, siempre le había perdonado, y él no supo estar a su altura.
Ahora el quiere volver, quiere volver a contar los lunares de su espalda mientras ella sonríe en sueños, quiere volver a ver la luz con la que ella ilumina la habitación con solo traspasar la puerta, quiere volver a intentarlo, quiere otra oportunidad, un nueva oportunidad para ser mejor, para darle todo lo que ella merece. Pero ya es tarde.
Ahora ella quiere volar.
Quiere volar lejos de sus mentiras, quiere salir de la jaula de falsas promesas que él había ido construyendo cada vez que la traicionaba, quiere ser libre. Quiere reír mientras corre, mientras sueña, mientras vuela, simplemente quiere reír. Ni una lágrima más, no más grietas en su corazón, solo risas, alegrías, sueños y sonrisas llenarán cada día de su vida.
Volar a otro árbol, un árbol lleno de flores en primavera, y frutos en verano, y cuando llegue el otoño volar, volar a otro árbol.
Quería volar y volar, persiguiendo eternamente a la primavera. Volar libremente, sin ataduras, sin jaulas que la impidan extender sus alas y surcar el cielo azul. Volar con libertad.
Porque ella ya está cansada de mentiras, de ''lo sientos'' vacíos, de noches de lágrimas en la almohada y mañanas de sonrisas falsas. Está cansada de últimas veces que se repiten, de dar oportunidades que son desaprovechadas, de tropezar una y otra vez con la misma piedra y de levantarse con un rasguño nuevo en el corazón.
Porque aunque él quiere volver ya es demasiado tarde, ahora ella quiere volar.
lunes, 30 de diciembre de 2013
Dicen que...
Dicen que realmente solo se quiere una vez.
Yo rezo para que esto sea la gran mentira, rezo con la esperanza de que los que lo dicen sean los afortunados que han encontrado al gran amor de su vida y que haya sido correspondido a la primera. Es mi única esperanza.
Es mi única esperanza de creer en el amor, porque la verdad es que yo le he querido, le he querido con cada fibra de mi corazón, y no puedo creerme que este sea mi fin.
Ni siquiera entiendo como ha podido pasar, no se como llegué a quererle tanto, porque si pienso detenidamente en ello no hay nada que le diferencie de muchos, no hay nada que te haga mejor, nada que le haga más especial que al resto, solo el hecho de que con él lo tengo todo en contra, no hay esperanza alguna, y a pesar de esto le entregue mi corazón sin darme cuenta porque por más que quería no podía evitar sonreír cuando me hablaba, no pude calmar todo lo que pasaba en mi interior cada vez que pasabas cerca de mí. Y después de todo me siento como una estúpido al darme cuenta de que envié mi corazón auna misión suicida una y otra vez, y por más que volvía destrozado me hice adicta a ese dolor, me hice adicta a ti.
Catástrofe total.
Una catástrofe tras otra sin parar.
Por eso no pudo creer que este sea el fin. No puedo creer que él vaya a poner punto final al libro que acabo de empezar. sinceramente creo que merezco una segunda parte mejor, una segunda parte en la que el protagonista me quiera tanto como le quiero yo a él, una segunda parte en la que mi corazón ya esté rehabilitado y que pueda volver a enfrentarse a una nueva misión de la misma forma que lo hizo en la primera parte.
Por eso necesito creer.
Por mí, por una buenas segunda parte.
Yo rezo para que esto sea la gran mentira, rezo con la esperanza de que los que lo dicen sean los afortunados que han encontrado al gran amor de su vida y que haya sido correspondido a la primera. Es mi única esperanza.
Es mi única esperanza de creer en el amor, porque la verdad es que yo le he querido, le he querido con cada fibra de mi corazón, y no puedo creerme que este sea mi fin.
Ni siquiera entiendo como ha podido pasar, no se como llegué a quererle tanto, porque si pienso detenidamente en ello no hay nada que le diferencie de muchos, no hay nada que te haga mejor, nada que le haga más especial que al resto, solo el hecho de que con él lo tengo todo en contra, no hay esperanza alguna, y a pesar de esto le entregue mi corazón sin darme cuenta porque por más que quería no podía evitar sonreír cuando me hablaba, no pude calmar todo lo que pasaba en mi interior cada vez que pasabas cerca de mí. Y después de todo me siento como una estúpido al darme cuenta de que envié mi corazón auna misión suicida una y otra vez, y por más que volvía destrozado me hice adicta a ese dolor, me hice adicta a ti.
Catástrofe total.
Una catástrofe tras otra sin parar.
Por eso no pudo creer que este sea el fin. No puedo creer que él vaya a poner punto final al libro que acabo de empezar. sinceramente creo que merezco una segunda parte mejor, una segunda parte en la que el protagonista me quiera tanto como le quiero yo a él, una segunda parte en la que mi corazón ya esté rehabilitado y que pueda volver a enfrentarse a una nueva misión de la misma forma que lo hizo en la primera parte.
Por eso necesito creer.
Por mí, por una buenas segunda parte.
sábado, 19 de octubre de 2013
Después de todo, después de nada.
Es increíble. Es increíble que esto vuelva a pasar.
Estás hecha una mierda, otra vez. Estás hecha un mierda por que has vuelto a ser tan sumamente tonta como para entregarle algo que no va a cuidar.
Una vez más te das cuenta de que a pesar de todo lo que él hace y cuanto significa para ti, para él no significa nada, que para él no eres importante, que no eres nada. Y otra vez sigues acumulando el enfado en tu interior porque ni siquiera puedes pagarlo con él, todo es culpa tuya. Vuelves a tropezar una y otra vez con la misma piedra, con sus caricias vacías, con sus sonrisas carentes de amor, con sus abrazos sin emoción, una vez más la verdad vuelve a darte un bofetón en toda la cara mientras se ríe de ti por ser tan estúpida.
Estás hecha una mierda, otra vez. Estás hecha un mierda por que has vuelto a ser tan sumamente tonta como para entregarle algo que no va a cuidar.
Una vez más te das cuenta de que a pesar de todo lo que él hace y cuanto significa para ti, para él no significa nada, que para él no eres importante, que no eres nada. Y otra vez sigues acumulando el enfado en tu interior porque ni siquiera puedes pagarlo con él, todo es culpa tuya. Vuelves a tropezar una y otra vez con la misma piedra, con sus caricias vacías, con sus sonrisas carentes de amor, con sus abrazos sin emoción, una vez más la verdad vuelve a darte un bofetón en toda la cara mientras se ríe de ti por ser tan estúpida.
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