miércoles, 20 de junio de 2012

Lo sabes desde el principio, desde hace ya un tiempo lo que iba a pasar, pero te mentías a ti misma. Te mentías a ti misma pensando que él no era tan importante, que no era más que un amigo. Pero llega el día y todos tus miedos se cumplen, sabes que él se va a ir y aunque también sabes que va a regresar, que le vas a volver a ve, tienes miedo, pues seguramente ya nada volvería a ser como antes, por que es ese vínculo que has construido en este espacio pequeño de tiempo, te afecta de una manera tan insoportable. Es tan fuerte, pero a la vez tan frágil, y lo sabes. sientes como si una cuerda te apretara el corazón, no dejándolo latir, vivir. Porque el aire no te basta para sentirte vivo, completa, necesitas oler su aroma, su delicado aroma. Necesitas sentir sus brazos al rededor tuya. sus manos sobre tus caderas, sobre tus propias manos. Cuanto mas avanzan las manecillas del reloj más te mueres por dentro, más lloras, más le necesitas. Porque se va, no para siempre pero si para que todo cambie. Echarás de menos su sonrisa, la manera en la que sus ojos se cierran al reírse, su forma de sacar la lengua mientra te vacila y como te agarra del brazo, como si no te quisiera soltar, aunque claro, quizás solo fueran imaginaciones tuyas. Echarás de menos tantas cosas que no puedes pensar, solo llorar sin saber que va a pasar. Porque a pesar de todo, a pesar de nada, de lo poco que habéis compartido, te has enamorado. Te has enamorado de cada centímetro de él, de cada milímetro de su cuerpo, de su cara, de su forma de ser. Pero él ya se va, y se va, sin saber que le quieres.