martes, 25 de diciembre de 2012

Quizás sea una romántica.

 Debe de ser que he leído demasiados libros y que por eso mi parecer es diferente a la gran mayoría de los jóvenes de mi edad respecto a las relaciones. Me he dado cuenta de que son pocos los que están enamorados o siente algo más que una atracción física, no voy a criticarles por esto porque es algo que no sucede a todos, lo que no entiendo es que lo que ellos entienden por estar con alguien es darse unos cuento besos y ya está, se besan aunque lo único que sientan es un erección en los pantalones. Yo personalmente desde mi punto de vista lo veo todo más...rosa por así decirlo. Yo creo en las relaciones. Creo en enamorarme. Para estar con alguien necesito sentir esas famosas mariposas revoloteando en mi estómago, que mis mejillas se sonrojen cuando lo vea, sentir una corriente eléctrica que recorre mis venas cuando él me toca, querer hablar con él aunque sea de un tontería. No quiero que sea solo una persona con la que me beso, no, yo quiero que esté a mi lado cuando más lo necesito, que me consuele cuando este triste, que me quiera, una persona con la que poder ir al parque al ver como anochece, con la que poder pasear cogida de la mano, que me haga de rabiar, que me trate como si fuera su pequeña princesita, que me comprenda, que me de el tiempo que necesito sin meterme prisas, que me diga la verdad, un persona en la que pueda confiar. Quiero ir a tomar un helado y sentarme junto a él en un banco a comérnoslo tranquilamente mientras charlamos y bromeamos, quiero que se le ilumine la cara cuando me vea y que me dediqué sonrisas y miradas privadas. También quiero besarle, ¡por supuesto que le besaría! Pero no quiero que ese sea el inicio de nuestra relación ni el único pilar sobre el que se apoya. Puede ser que yo sea una romántica, pero puede que ahí fuera haya un romántico perfecto para mi.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

La rosa.

 Nace fuerte, bella, la cosa más bonita. Su color rojo intenso embelesa con solo mirarlo. Quieres cogerla, pero las espinas son demasiado gruesas, así que te sienta a mirarla  La contemplas todos los días viendo lo bella que es, lo erguida que crece, lo fuerte que parece. Un día la te fijas en que su belleza se ha apagado un poco. Te alarmas. Empiezas a cuidarla con esmero, pero por más que la que cuidas la rosa sigue marchitándose  sin que tu puedas hacer nada. Cuando te das cuenta de que ya no puedes hacer nada por ella te sientas y la contemplas, disfrutando de los últimos momentos que la quedan de vida, de belleza. Los pétalos empiezan a caer día a día hasta que se queda desnuda. La contemplas mientras piensas como tanta belleza se ha podido quedar en eso, un basto esqueleto vegetal.
 La rosa se muere, al igual que el amor.

viernes, 7 de diciembre de 2012

¿Es tanto pedir?

Estaré ahí siempre, en los malos y en los buenos momentos, cuando menos te lo merezcas, cuando más lo necesites. Siempre te escucharé. Siempre te consolaré cuando estés mal. Haré todo lo posible para que estés feliz. Moveré cielo y tierra para verte sonreír. Te querré para siempre, con todo mi corazón, a pesar de todo y de todos. Te prometo que serás el único. Te entregaré todo mi corazón. Depositaré en ti toda mi confianza. Te querré como nunca he querido a alguien. Intentaré  ser perfecta, estar perfecta para ti. No te fallaré. Me tendrás siempre a tu lado. Mi último pensamiento del día será para ti, al igual que el primero. Soñaré toda la noche contigo. Pasaré noches en vela pensando en un futuro a tu lado. Pelearé con cualquiera que quiera apartarte de mi lado. Lucharé por un nosotros. A cambio solo te pido que me quieras, que estés siempre ahí.