viernes, 5 de octubre de 2012

Cambio.

 Ya no te sonríe, no te saluda, no te abraza y a penes te habla. Sola han hecho falta una para de horas para el gran cambio, un cambio que te confunde, no sabes si quiera a que es debido, no se te ocurre nada que hayas hecho que haya podido originarlo. Le miras, te estaba mirando. Le saludas con la mano y con una ancha sonrisa en un intento vano de que en realidad todo sean paranoias tuyas y él siga igual que antes. Retira la mirada. Esto era lo único que te faltaba para comprobar que es verdad, que te ignora y que no quiere ni saludarte. Lo que más te confunde es que hay momento en que parece que todo sigue siendo lo mismo. Sientes como si algo dentro de ti estuviera muriendo, que le estuvieran matando lentamente, maltratándole, torturándole. Cierras los ojos y rezas para que todo vuelva a ser como siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario