Intercambio de miradas

 Le miras. Tus ojos se cruzan con los suyos. Pienso en apartar la mirada como lo hago normalmente, pero esta vez le echo valor y me quedo mirandolo intensamente a sus ojos oscuros que parece que me leen el alma. Vuelvo a reprimir las ganas de arpartar la mirada, esta vez no va a ganar. Odio que esos ojos tengan tanta influencia sobre mía, que desarme las barreras que cubren mi corazón, que puedan penetrar en mi alma con facilidad. Intento descubrir lo que está pensando pero todo lo que me transmite su mirada es demasiado confuso. Veo que se le forman unas arrugitas al rededor de los ojos que se iluminan con un brillo alegre. Está sonriendo. Le devuelvo la sonrisa, espero unos segundos y aparto la mirada, siglo viendo su rostro cuando cierro los ojos durante unos segundos, cuando losvuelvo a abrir veo por el rabillo del ojo que sigue sonriendo mientras escribe. Se me acelera el corazón al pensar que esa preciosa sonrisa es gracias a mí. No seas tonta, tú no eres la razón, me dice mi subsconsciente, no eres nada para él. Estoy de acuerdo con esta parte de mi que que trata de romper en pedazos la ilusiones que la prate más inocente demi cabeza se había montado.