domingo, 16 de marzo de 2014

Pertenecemos a la noche.


Risas, luces de colores, baile.
 Música, ritmo.
 Cuerpos que bailan pegados unos con otros.
 Sudor, drogas, alcohol, fiesta.
 Flashes que capturan los pecados de la noche.
Porque la noche pertenece a los pecadores.
 Caricias, besos.
 Un cuerpo desnudo sobre otro.
 Camas desechas, ropa en el suelo.
 Sonrisas de complicidad, abrazos, labios que recorren el cuerpo ajeno de arriba a abajo.
 Piel de gallina, gritos de placer.
 Fantasías hechas realidad, amor saliendo por los poros con cada movimiento.
 Lujuria, placer, amor, sexo.
Porque la noche pertenece a los amantes.
 Lágrimas en la almohada.
 Camas con demasiado espacio vacío.
 Abrazos a uno mismo, espasmo de dolor, llanto silencioso.
 ''¿Por qué?'' como plegaria a la verdad, confusión.
 Parejas separadas por el orgullos, por una distante estupidez.
 Mentiras que se arrastran por las venas rajándolas.
 Dolor, sufrimiento,tristeza.
Porque la noche pertenece a los corazones rotos.
 Sonrisas a una pantalla.
 Dulces esperas, respuestas satisfactorias.
 Amor en forma de palabras, de símbolos.
 El sonido de las teclas en el silencio más absoluto.
 Caras iluminas por un pequeño aparato que intenta mostrar sentimientos.
Porque la noche pertenece a los que se quieren en silencio.

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