domingo, 27 de mayo de 2012

La parada del autobús.

 Te despiertas. Pasan unos minutos antes de que te atrevas a salir del calor de tu cama y tus sueños para enfrentarte al frío y cruel mundo real. Aún medio dormida te metes en el baño. Te miras. Tienes los ojos tan cerrados por el sueño que ves borroso. Te echas agua con la finalidad de despertarte y vuelves a intentarlo. Genial, tienes esa cara de drogadicta que sueles llevar puesta los día después de una gran juerga. Atas cabos. Juerga, fin de semana, por lo que hoy debe de ser lunes. Maldices por lo bajo. Te metes en la ducha y dejas que el agua se lleve los últimos restos de libertad antes de otro semana. Sales de la ducha y te envuelves en tu toalla. Menos mal que te has olvidado de despertar la alarma porque sino te hubieras quedado dormida, otra vez. Te vistes con el albornoz. Te duele cada parte de tu cuerpo. Sales del baño dejando que el vapor se escape y te diriges a la cocina para calentar una taza de té. Mientas se calienta vas a vestirte. Oyes el sonido que te avisa que ya está listo pero sigues vistiéndote.Te sacas el pelo, te maquillas y preparas todo antes de salir. Antes de salir pasas por la cocina y te llevas el té en un termo. Te fijas en el reloj. Mierda, llegas tarde. Sales escopeteada.Mientras esperas en la parada del autobús impaciente el se acerca y se sienta a tu lado. No sabes como se llama, ni quien es, solo sabes que siempre, al igual que tu llega tarde. Te frotas las manos, hace frío. Sacas un cigarro y lo enciendes como puedes con los dedos congelados. Tratas de encenderlo varias veces pero ninguna funciona. Te vas a dar por rendida, aparte no deberías de fumar esas mierdas. Vas a guardarlo cuando el te ofrece fuego. Después se enciende el otro cigarro. Parece que el autobús se atrasa hoy bastante, antes de que llegue te ha dado tiempo a fumarte el cigarro a tomarte el té y a repasar un poco para el examen. Picas el billete y te sientas. Él se sienta al lado tuyo. Cuando llegas a tu parada pulsas para que pare. Te pones de pie y te agarras a la barra. Sin saber bien porque el autobús para bruscamente y tu acabas cayendo sobre el, pero no como en las películas en plan sexy, no. Ha sido desastroso, la falda se te levanta y se te ve todo, el termo rueda por el suelo y si no llega a ser por que el ha tenido reflejos tu culo habría acabado en su cara menos mal que se retiró y te agarró. Le das las gracias a él y y la niña que te trae el termo. Después el autobús abre las puertas y sales roja por la vergüenza. Llegas y subes corriendo. La clase ya ha empezado. Te sientas e intentas atender pero lo único que ves en tu mente son sus ojos verdes.

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