martes, 10 de septiembre de 2013

Cruce de almas.

 Voy andando por la calle con os cascos puestos. Me voy fijando en los escaparates que ya se han preparado para las rebajas que van a llegar. Oigo la señal que indica que me ha llegado un nuevo mensaje así que saco el móvil del bolsillo trasero del vaquero y lo abro, es de él.  Dice que se retrasará un poco pero que seguís quedando en el mismo lugar. Suspiro, casi siempre llega tarde. Me siento en el banco frente del parque en el que hemos quedado. Veo pasar a las parejas de la mano. Vuelvo a mirar el móvil. Cinco minutos tarde. Te frotas la manos, hoy es 22 de Noviembre y hace un frío que te mueres. Hoy es nuestro aniversario. Suspiras de nuevo, conociéndole seguro que ni se acuerda.. Dios, como no aparezca en cinco minutos empezarás a planear una forma de torturarle y de matarle, bueno, después de descongelarte la manos. el móvil empieza a sonar y pulsas el verde con los dedos entumecidos. Lo coge al momento.
 -Mira arriba-dice nada más contestar. Cuelga.
 Hago lo que me dice y veo hay un papel sujeto con una cuerda en la farola. Me subo al banco para cogerlo. cuando me bajo veo que algunas personas me miran mientras pasean, le voy matar por esto. Abro el papel y veo que son dos folios grapados:

 Te quiero.
 Llevo horas pensando como empezar esta carta, así que me parece que lo más indicado sería empezar con la pura verdad. Te quiero, desde el primer día que te vi. Es fue el principio. Me cuerdo que cuando te vi me quedé pasmado, fue como si algo me hubiera golpeado directamente en el corazón. Me senté a tu lado y comencé ha hablarte, no te conocía de nada pero me parecía tan fácil y cómodo hablar contigo queme quedé pasmado de nuevo. Solo necesitaste cinco minutos para robar cada centímetro de mí, me habías vuelto loco. Y desde entonces todo ha sido maravilloso, demasiado maravilloso. La verdad es que sigo pensando que todo esto es un sueño, que es imposible que tú estés conmigo. Es que... dios, los sentimientos se pelean por salir de mi mente pero no encuentro las palabras para hacerlo. Simplemente es que te quiero. que eres preciosa, lo más precioso que he visto en mi vida. Que me haces tan feliz con solo rozarme, con solo mirarme, cuando te ríes, con una sola sonrisa. Tu sonrisa. Podría escribir libros enteros sobre tu sonrisa, sobre como se te cierran los ojos, sobre los hoyuelos que se te forman, sobre tus suaves labios...podría seguir así eternamente pero llegaría a la conclusión de que es perfecta, preciosa. Me encantaría poder decirte esto y mil cosas mas en persona así que..

La carta se acababa ahí, dejándome desconcertada. Miro al frente y no veo nada. De repente siento unas manos que me abrazan la cintura desde atrás.
 -...así que aquí estoy-me susurra al oído.- Me giro y me encuentro con sus ojos negros y su sonrisa. Me acaricia la mejilla y se acerca lentamente hasta posar sus labios sobre los míos-. Te quiero-me dice cuando se separa. Se saca una mano de la espalda y me ofrece una rosa roja de tallo largo.
 -Es preciosa-susurro. Miro la hoja que tengo en la otra mano-. ¿Y el otro folio en blanco?
 -Es todos los sentimientos que no sabia expresar, un largo beso, una caricia, una sonrisa, una historia sin fin.

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