jueves, 13 de junio de 2013

Un jodido año después.

Abres el grifo.
Esperas a que el agua salga caliente y te metes en la ducha. Cierras los ojos y dejas que el agua se deslice por tu piel.
Dejas fluir tus pensamientos.
Te viene con fuerza la cabeza. Sus palabras te golpean con una fuerza increíble. No puedes dejar de pensar en ellas.
Lo ves cada vez que cierras los ojos, lo escuchas cada vez que te encuentras solo en medio del silencio. No te lo puedes borrar de la cabeza. ¿Por qué te dijo eso? ¿A qué vio ese comentario?¿Será de verdad esa su opinión, o simplemente lo dijo por decir? ¿Qué habré hecho yo para queme diga eso?
Viajas al pasado buscando la causa entre los momentos vividos ese día, pero no encuentras nada que pueda justificarlo,nada que haya podido causarlo. Entonces, ¿por qué?¿Por qué?¿Por qué?
Sigues escuchando sus palabras que te hieren como pequeños cuchillos cada vez que se repiten en tu mente. No paran de repetirse una y otra vez en tú cabeza.
Notas como las lágrimas empiezan a inundar tus ojos y a derramarse por tus mejillas mezclándose con el agua de la ducha. No, no puedes llorar. No. No.
¿Por qué cojones te ha afectado tanto ese comentario?¿Por qué te ha jodido tanto que te hayan dicho eso?
Sabes perfectamente la respuesta a esas preguntas. Sabes que si cualquier otra persona te lo hubiera dicho te habría dado igual, pero el problema es que te las ha dicho él.
Ha pasado un año, un maldito y jodido año, debería de darte igual lo que el te dijera, pero no es así. La verdad es que después de un jodido año le sigues queriendo.
¿Por qué?¿Por qué coño le tienes que querer?¿Por qué tienes que amargarte la vida queriendo
alguien al que no le importas una mierda? ¿Cómo has sido tan estúpida de enamorarte de alguien que no te va a querer jamás? Ha pasado ya un año desde que por primera vez sentiste algo por él, un año debería de haber sido tiempo suficiente para olvidarte de él¿no? Pues no, un año después estas llorando como una imbécil en la ducha por una tontería que el te ha dicho, una tontería que para él no significara nada pero que te está deborando por dentro. Y mientras tú estás llorando en la ducha por el gilipollas del que te enamoraste hace un año, él estará feliz, sin siquiera acordarse de lo que dijo, sin darse cuenta del daño que te hizo con ese simple y tonto comentario. No, no piensa seguir llorando por una causa perdida que no vale la pena.
Cierras el grifo y sales de la ducha. Te secas con la toalla los restos de agua y lágrimas que tienes en la cara mientras te prometes que esta será la última vez, la última vez que lloras por él.

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