lunes, 2 de septiembre de 2013

Silencio.

 Caí de rodillas sobre el frío asfalto. Su cuerpo yacía a mi lado.
 -No, no, no-dije mientras le ponía las manos en el pecho.
 -Ey-dijo él mientras intentaba componer una pequeña sonrisa que se rompió por el dolor-
 -Te pondrás bien-le dije mientras me quitaba la sudadera y se la ponía  en el estómago-. ¡Ayuda!-grité, pero la calle estaba totalmente vacía y nadie podía oírme. Ví como la tela se iba empapando de la sangre que emanaba de la herida le habían abierto en el estómago. Apreté con más fuerza intentando parar la hemorragia, pero todo lo que hacia parecía totalmente inservible. El ladrón había llegado sin previo aviso. Él se había interpuesto entre nosotros y por eso, cuando el ladrón sacó la navaja él se llevó el navajazo. Estoy segura de que hombre solo trataba de asustarnos con la navaja, por eso huyó soltandola cuando se dio cuenta de lo que había hecho. Pedí una ambulancia mientras seguía apretándole la herida del abdomen conla sudadera-. Ya viene. Por favor aguanta-le supliqué. 
 -No llores pequeña-me dijo alzando la mano hasta mi rostro. Atrapó unas cuantas lágrimas con el pulgar y sonrío-. No llores, estoy bien, no pasa nada-aunque vi en sus ojos que estaba mintiendo. 
 -Te pondrás bien-le dije mientras sollozaba.
 -No pasa nada cielo, ya es demasiado tarde, y tú lo sabes, por eso has dejado de hacer presión-era verdad. Había perdido demasiada sangre y ya no servía de nada lo que yo hiciera-. Por favor no llores. Quiero que lo último que vea antes de cerrar los ojos sea tu sonrisa-me dijo mientras me acariciaba la mejilla. Me enjuagué las lágrimas e intenté sonreír-. Lo ves, así mucho mejor-me dijo con una amplia sonrisa-. ¿Sería demasiado pedir un beso?
-No, por supuesto que no-le dije mientras me agachaba para besarle los labios con suavidad. Vi que una sonrisa se extendía bajo mis labios cuando me separé un poco. Reí entre lágrimas.
 -Delicioso-dijo. Sus oscuros ojos me miraban con ternura-. Hoy hace una bonita noche, aunque es difícil fijarse en la luna o a las estrellas cuando tú estas cerca. Eres tan bella-cerré los ojos disfrutando de su caricia mientras las lágrimas seguían corriendo por mi rostro-No te puedes imaginar lo mucho que te quiero, lo mucho que siempre te querré-dijo con voz ronca. Abrí los ojos y me incliné para besarle de nuevo pero antes de llegar a sus labios le susurre:
 -Te quiero, para siempre, pase lo que pase-y posé mis labios sobre los suyos compartiendo su último suspiro.Cuando me aparté vi que sus labios esbozaban una pequeña sonrisa.
 Me llevé su mano a la caray lloré sobre su pecho, sollozando ruidosamente mientras mi mundo empezaba a arder.

2 comentarios:

  1. ¡Hola! :)
    Un relato precioso. Me ha encantado la emoción que le has puesto. Aunque esta historia sea trágica, ojalá pudiera sentir alguna vez un amor como ese. Creo que es lo que cualquiera desearía. La única pega que le pondría es que parece que te has comido algunas palabras como en de "que hombre sólo trataba asustarnos" y alguna tilde. Por lo demás, fenomenal. ¡Sigue así! ^^
    Besos,
    Pensamientos de Adolescencia

    ResponderEliminar
  2. Muchísimas gracias por tu comentario, no solo me apoya a seguir escribiendo, también a revisar lo que escribo hahahah escribo demasiado rápido sin fijarme asi que agradezco que me lo digas. Creo qeu ya he corregido tod pero seguramnete sigan fakltando cosas. Muchas gracias por tu comentario :D
    Muchos besos xxx

    ResponderEliminar