sábado, 29 de agosto de 2015

No es por ti, es por mí.


-¿Por qué?- me preguntaste. Por qué no podía quererte, por qué no podía darte un pedacito de mí. 
-No lo sé- fue lo único que pude responderte, de verdad que me hubiese gustado haber podido darte una buena respuesta en ese momento, me hubiese encantado poder decirte algo que aliviara el dolor que sentías en ese momento porque yo sabía lo duro que era, yo sabía lo mucho que dolía-. No lo sé, pero no es por ti, de verdad. Simplemente no puedo- no pude decir nada más. "No es por ti, es por mí", típica frase que se dice para no dañar a la otra persona, pero era la verdad. No sabía porque no podía funcionar, no era por él, pero tampoco sabía que ocurría de verdad.
 Pero un día me di cuenta de cual era el problema, entendí que para poder quererte a ti antes tenía que quererme a mí misma. Debía aprender a decirme lo genial que era, a poder querer cada centímetro de mí, a devolverme la sonrisa, a lanzarle  un guiño al espejo todas las mañanas,a disfrutar de mí soledad. Debía descubrir lo fuerte que era, que era capaz de hacer todo lo que me propusiese. Debía de entenderme y aceptarme. Debía quererme para poder ser feliz. Porque mi felicidad no puede depender de que otra persona me quiera, me diga cosas bonitas o me trate bien; esa felicidad no es más que una estrella fugaz que pasa por mí vida alumbrándola durante un instante pero nunca se queda para siempre. La única estrella fija en mi cielo soy yo, yo soy la única que va a estar ahí para alumbrarme hasta en los días más oscuros, porque soy la única estrella que siempre brillará.

1 comentario:

  1. Muy bien dicho. Si tú no piensas por ti, si tu no te cuidas, nadie lo va a hacer. Un abrazo.

    http://elchicodelmetro.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar