viernes, 20 de abril de 2012

Esos momentos en los que parece que todo es una mierda.

Cierras la puerta de la  habitación de un portazo, o al menos eso intentas pues no tienes la fuerza suficiente como para dar un portazo que haga que los cimientos se estremezcan. La puerta no se llaga cerrar, se queda media abierta como riéndose de ti y tu no estas para bromas. te acercas y esta vez si que la cierras. El ruido estremecedor hace que te relajes un poco. Te tiras encima de la cama coges el móvil y pones un puto tweet: Por esos momentos de la vida en la que todo te parece un mierda. Cierras el twitter vas a la música y le das a reproducción aleatoria. Te quedas en silencio tumbada con el móvil cogido al lado de la cabeza intentando centrarte en la canción que se escucha. Crees saber que es una de las de tu grupo favorito, pero las palabras y los acordes se entremezclan sin saber muy bien que dice. Coges el móvil y paras la música. Normalmente la música te tranquiliza, pero hoy te parecía molesta. Miras al techo y empiezas a recordar todos eso momentos que te han llevado a ese estado. No quieres seguir pensando en ello. Te levantas y vas a la mesa de tu escritorio. Dejas todo lo que hay encima de ella en la cama y lo poco que queda encima lo tiras con un golpe de frustración al suelo. Coges un libro y empiezas estudiar para uno de los exámenes más difíciles del curso. Es dentro de tres días y todavía no te sabes nada, y por si fuera poco esa misma semana tienes otros cinco exámenes. En fin. Te intentas centrar pero te es tarea imposible. apoyas los codos en la mesa y la frente sobre la palma de las manos. Después suspiras y levantas la vista mirando fijamente al corcho que esta repleto de fotos en la pared. Miras el calendario que hay al lado y maldices por lo bajo. Se acercan grandes compromisos y además ahí siguen los exámenes. Te intentas volver a centrar pero te sumerges en tu mente dejando de prestar atención al libro que tienes delante. Lo vuelve a intentar. A la hora ya te sabes un cuarto de lo que entra y tienes la cabeza sobre-calentada. Cierras el libro y apagas la pequeña lámpara. abres las sábanas te metes dentro y coges el móvil para mirar la hora. Las diez. Aunque es más tarde de lo que pensabas todavía es pronto para irse a dormir, pero estás tan cansada por todo que te da igual. Pones el móvil a cargar y lo apagas.
Apagas la luz sumergiéndote en una oscuridad casi completa sino fuera por las pequeñas rendijas de luz que entran por tu ventana. Te cubres la cabeza con la manta y así esperas a quedarte dormida y que este jodido día acabe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario